La Verdad Pelada: Rabo de paja

martes, 10 de mayo de 2011

Rabo de paja


La Honradez  y la Integridad moral son dos valores de primerísimo nivel que desde la perspectiva del ciudadano común y corriente (léase quienes no tenemos apellidos rimbombantes, ni papis o mamis que logren el nombramiento de sus hijos en la administración pública) se espera de cualquier servidor público, miembros de las corporaciones públicas o empleados públicos.
La historia política reciente de nuestra ciudad estoica-heroica, nos ha presentado infinidad de funcionarios públicos que desde la ventajosa posición que ocupan, utilizan a su antojo todos los recursos políticos y económicos que les brinda la administración para su beneficio particular y el de sus allegados.
La Integridad moral está definida como la cualidad de una persona, que la faculta para tomar decisiones por si misma.Es tan claro el concepto que no necesita ser explicado. La honradez por su parte significa, segun Wikipedia, la cualidad con la cual se designa a aquella persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justa, recta e integra, quien obra con honradez se caracterizara por la rectitud de animo, integridad con la cual procede en todo en lo que actua respetando por sobre todas las cosas, las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la cual vive.
Durante el periodo del cuestionadisimo ex Alcalde de Cartagena, Nicolás Curi Vergara, un grupo de personas encabezadas por Juan Carlos Gossain, Rafael Borre Camargo, y Eugenio Cano Sedan; decidieron pasar por alto los principios más básicos, olvidar los valores que incluso a ellos les fueron enseñados desde la primera infancia, para fraguar una empresa que les garantizara un lucro desmedido -como sus agallas- durante todo el tiempo que ellos mismos o sus familiares, ocuparan puestos estratégicos y determinantes en la administración, como era el caso de Juan Carlos Gossain, designado Secretario General de la Alcaldía; Rafael Borre Camargo, designado Secretario de infraestructura y Eugenio Cano Sedan, hermano del ex Secretario de Planeación, Luis Cano Sedan. Para lograr su desvergonzado cometido, decidieron constituir una sociedad a través de la cual poder contratar, aprovechando los ya citados cargos, ofrecidos por el entonces Alcalde Curi a los distinguidos personajes de esta novela. Por diferentes razones la Sociedad nunca llego a constituirse, pero la intención inicial de saquear las arcas de la Alcaldía sobrevivió y pudo ver la luz en el momento en que Hernando Hoyos Perea, amigo personal de Gossain, sirvió de títere, testaferro, fachada, para que este, es decir, Gossain, empezara a otorgar contratos millonarios de toda índole y de los más variados objetos contractuales, a su amigo Hernando Hoyos Perea, desconociendo además los principios fundamentales de la famosa Ley 80 y burlándose abiertamente de toda la ciudadanía.
Mientras tanto y como era de esperarse, otro amigo de Juangui Gossain, el señorito Rafael Borre Camargo, también beneficiario de los millonarios contratos, era destituido e inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación, por espacio de 12 años por sus corruptas actuaciones en la saqueada y aniquilada Licorera de Bolívar.
Hace algunos años cuando Juangui Gossain fracasó estrepitosamente en su intención por ser Alcalde mayor
de Cartagena, este y sus áulicos gritaban en todas las tarimas que alquilaban con los recursos que Curi facilitaba desde la Alcaldía, que Gossain tenía un conocimiento total de las necesidades de los Cartageneros, no es un chiste, lo juro, y que él había nacido para ser Alcalde de Cartagena. Algunos años después, Gossain y sus áulicos decidieron que su verdadera vocación era ser Gobernador de Bolívar y pues, si Joaco y Libardo pudieron, por que no él, que está igual o más empeñado con sus anteriores financistas; lo que quisiera tener claro, es si Gossain también conoce las necesidades del departamento de Bolívar…, si la respuesta es afirmativa, estamos ante un portento de la naturaleza que estamos en mora de elegir no ya como Gobernador, sino como paladín de este país asolado por la corrupción y el clientelismo.

Ps: El Alcalde saliente de la prospera ciudad de Shenzhen, en China, fue condenado a muerte por aceptar sobornos. ¿Se imaginan que pasaría si en Colombia existiera la pena de muerte para nuestros honorables dirigentes?, seguro esta columna no existiría.

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1 comentario:

  1. ¿Y entonces qué hacemos? ¿Quién nos salva? si no hay nadie que pueda gobernar con dignidad y honradez pues todos los candidatos están contagiados de la política corrupta y si alguien quiere hacer algo bueno antes de entrar lo contaminan o lo matan como quien dice estamos jodidos y seguiremos estando mas jodidos con esta parranda de corruptos dirigiendo nuestro ciudad y todavía nos preguntamos por qué la gente no vota o por que vendemos el voto pero es por esto no hay por quién votar pensaba votar por Campo Elías pero después de leer lo que se comenta aquí de el tengo mis dudas.

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