Hoy amanecï feliz. Mas feliz que Alberto Gomez (el muñeco ventrilocuo de Adolfo Raad que aspira al concejo) en medio de una parranda de tres dias. Recibi una llamada del despacho de la Alcoholdesa para invitarme a su cumpleaños N° 25; se ve mayor pero es por las trasnochadas y el aguardiante con anis. Animado por la noticia fui muy temprano a comprar una camisa en el mercado, sali a las 3 de la mañana que es cuando el trancon esta mas suave y los ladrones que se ponen en la subida del puente estan dormidos. Me dirigi a la zona en la que venden la ropa que la gente regala durante el invierno para los damnificados y tuve que darme unos cuantos golpes por una camisa que agarramos simultaneamente Campo elias y yo. Al final gano el pero solo porque intervinieron los guardaespaldas que le puso el turco.
Despues de tres horas en la buseta, llegue a mi casa y me prepare para la fiesta, Planche la ropa, lustre los zapatos y quedaron tan brillantes que cualquiera creeria que los habia cepillado con la lengua Wilmer Porto. Saquë la billetera y la escondi en mis medias porque sabia que asistirian los mas importantes politicos de la Ciudad y no queria sorpresas. Por fin llego la anhelada hora. En la entrada del bar Habana donde se llebaba a cabo la celebracion estaban amontonados unos sujetos que forcejeaban y empujaban intentando entrar a la fuerza. Pude reconocer a Jose Ricaurte quien con un registro civil en la mano suplicaba que lo dejaran entrar argumentando que su hermano era magistrado. Carlos Diaz Redondo se conmovio y le pidio a los porteros que le dejasen entrar, pero fiel a su naturaleza, en cuanto Ricaurte se descuido, le dijo a uno de los vigilantes que por nada del mundo le permitieran la entrada. Tambien vi un sujeto desaliñado mal vestido y malhablado que agitaba muchos fajos de billetes. Me parecio muy valiente pues por ahi estaban Alfonsito Borre y Nando Truco, quienes no soportarian quedarse con los brazos cruzados ante semejante hecho. Despues me entere que ese sujeto era Gustavo Martinez, me lo dijo la madre de este, que es la unica que lo conoce en la ciudad. Cuando ingrese vi con sorpresa que no habia torta. El hermano del mello otoya la habia repartido en tres grandes pedazos: uno para la Alcaldesa, otra tajada bien grande para el, y la ultima para ser repartida entre Cesar Anaya, Fabio Castellanos y Jorge Carcamo. Los demas invitados se sintieron indignados por no ser tenidos en cuenta para la reparticion del pastel y amenazaban con darle la espalda y apoyar a Carlos Gabriel Ng Ching, quien este año va aspirar simultaneamente al Concejo,Gobernacion, Alcaldia y Asamblea, al igual que Gustavo Martinez a quien la gente le quitaba la plata de las manos mientras el sonreia estupidamente creyendose un gran estadista. Judith Pinedo para evitar inconvenientes mando a comprar una nueva torta pero solo le trajeron una pequeñita para ser repartida entre los restantes. Cesar Anaya a grito herido pidio que le dieran de la torta nueva argumentando que la suya la habia tenido que repartir con Ruth Lenes, pero lo que nadie sabia era que se la habia apretujado en los bolsillos. Tenia los bolsillos repletos y lloraba como un niño pidiendo mas. Pero la gente no le creia.
En una esquina del bar hablaban animadamente Maria del Socorro Bustamante, Miguel Raad y Campo Elias Theran. Los dos primeros hacian interesantes propuestas y comentaban con sus asesores los proyectos que tenian para la ciudad, mientras Campo Elias pensaba y se saboreaba con el recuerdo de una tripita que se habia comprado en getsemani y que tenia guardada en el bolsillo de la camisa que me arrebato. Su hija Egla desde atras la daba codazos y le sussurraba al oido lo que tenia que decir pero era inutil. Me refiero a ella, es una completa inutil. Campo elias sudaba profusamente mientras intentaba tomar apuntes de lo que decia Miguel Raad pero le resultaba una tarea imposible: no entendia ni la mitad de lo que escuchaba. Al final abandono el recinto refunfuñando junto con Egla, quien decia que su Papa no le daria torta a ninguno de los presentes y que se la comeria solo con el turco y con Pedrito. Senti pena ajena por este vergonzoso espectaculo y decidi irme a la bahia de manga pero ahi estaba el Gordo Pipe traficando asi que tome un taxi y regrese a mi casa pensando en los homicidios que no publicaba el Universal para no dañar la estadistica ni la percepcion de los ciudadanos.
